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| Stapelias (click para ampliar) |
El objetivo es asegurar la reproducción, y la trampa es la estrategia evolutiva. O en realidad no: si hablamos estrictamente, ellas subsistieron porque el azar creó cierta característica que les permitió adaptarse y perpetuarse, transmitiéndola así a su descendencia.
Como sea, las Stapelias dan flores de apariencia siniestra y fuerte aroma a carne o sangre podrida, con una textura similar al cuero de un animal, e incluso pelos. De esa manera logran atraer a las moscas, que seducidas por la promesa de putrefacción y muerte se acercan, toman involuntariamente el polen, y lo llevan a otras flores, consumando la reproducción sexual de estas plantas.
Pero cómo será de bueno el embuste, que no solo logran la polinización, sino que además las moscas, totalmente estafadas, depositan sus huevos sobre la flor, con la vana esperanza de ofrecer un buen alimento a las larvas que nacerán de ellos (e indefectiblemente morirán de hambre, a menos que de pronto se vuelvan vegetarianas).
He aquí la foto del fraude.
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| Huevos de mosca sobre la flor de la Stapelia |
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